Los hechos ocurrieron hace cinco años y medio cuando el
preferentista, casi analfabeto, llevó los ahorros de su mujer fallecida a
Bankia. Allí, le hicieron “firmar el test de conveniencia del producto “en
nombre de su mujer fallecida en 2005, que era la titular de las acciones que se
acabaron convirtiendo en preferentes.”
Sin embargo, el pasado día 17 de Octubre el juzgado
talaverano declaró nulo este contrato firmado en 2009 debido a que el banco “no
informó debidamente al cliente de los riesgos de las preferentes” y, además, “obtuvo
su consentimiento de una manera no adecuada”.
Según explicó el abogado del preferentista a EL DIGITAL
CASTILLA-LA MANCHA, este caso es el “más absurdo” que se ha encontrado en su
carrera.
En
declaraciones a dicho periódico, el abogado afirma que “si Bankia hubiese
ofrecido toda la información antes de firmar el contrato, el cliente no habría firmado”.
Además,
quiso destacar que esta persona es “prácticamente analfabeto” después de pasar
más de 20 años en Alemania trabajando y que quería sus ahorros para poder
ingresar a un hijo, con una discapacidad psíquica, en una residencia adecuada.
Bankia puede recurrir
En la
sentencia también se condena a Bankia a asumir las costas del proceso y dispone
de veinte días para recurrir la sentencia.
Durante
el proceso, Bankia afirmo que “al cliente se le suministró toda la información necesaria
para la comprensión correcta de todas las características del producto” y que “la
claridad de los términos del contrato no pueden inducir a error”.
Sin
embargo, no parece ser así una vez dictada la sentencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario